miércoles, 26 de mayo de 2021

Yoshiharu Tsuge - El Hombre Sin Talento - (Muno No Hito - 無能の人)

 



¿Qué es el Gekiga y quién es Tsuge?

Nacido en Tokio el 30 de octubre de 1937, Yoshiharu Tsuge es considerado hoy un autor clásico del estilo Gekiga, un tipo de manga que, a diferencia del mainstream de su época, se caracteriza por un tono más dramático, introspectivo y adulto. Las historias no giran en torno a la acción o la fantasía, sino a lo cotidiano, lo doloroso, lo gris.

Tsuge tiene muchos títulos en su haber, que enumeraré al final de esta entrada.


Mi búsqueda de algo distinto

Estaba en busca de un manga distinto. Algo más serio, más íntimo, que me sacara de todo lo que venía leyendo. El shonen, por ejemplo, que consumo bastante hoy en día, ya no me estaba alcanzando.

Un gran amigo, D.A., me sugirió que leyera algo del estilo Gekiga. Fue en una charla por WhatsApp —vivimos lejos, y las redes son nuestra única manera de compartir cosas.
Nuestras conversaciones suelen ir desde cine de culto y discos que parece que escuchamos solo cinco personas, hasta su pasión por el manga. Eso me sorprendió. Como soy bastante nuevo en el tema, nunca había surgido.

Mi búsqueda de un libro nuevo todos los días es, a veces, una obsesión sana... y otras veces, cara.
Sana porque, ¿qué hay de malo en querer un libro nuevo todos los días, aunque sea digital?
Y cara porque, si lo veo en una comiquería, lo compro casi sin pensar.


Una vida errante, una puerta al Gekiga

Antes de recomendarme El Hombre Sin Talento, D.A. me pasó Una Vida Errante, de Yoshihiro Tatsumi, otro artista del Gekiga, contemporáneo de Osamu Tezuka.
Ese libro me dejó con hambre de más: historias costumbristas, sin héroes ni fantasía, con un realismo crudo del tipo slice of life, pero más sobrio, opaco.

(No voy a reseñarlo aún porque merecería un análisis profundo, una relectura y, sinceramente, un pequeño podcast. Pero lo dejo pendiente).


La lectura: piedra a piedra

El Hombre Sin Talento lo leí en digital, en una tablet barata que me compré hace años en un supermercado.
Leía unas páginas cada noche antes de dormir, y cada vez me sentía más metido en los zapatos del protagonista: Sukezo Sukegawa, un mangaka frustrado, cuarentón, padre de un hijo y esposo de una mujer que lo acompaña —más de lo que él parece notar— en sus intentos desesperados por sobrevivir sin tener que dibujar más manga.

Sus proyectos de vida son absurdos para muchos, incluso para su esposa. Quiere vender piedras. Sí, piedras.
Pero no es tan absurdo como suena: en Japón existe el Suiseki, un arte milenario basado en contemplar piedras con formas particulares.

¿Te interesa? Investigalo. Puede parecerte una meditación profunda… o un embole absoluto. Depende de tu nivel de tolerancia a lo contemplativo.


Ejemplos de Suiseki:



Lo que este libro me hizo sentir

Lo que más me impactó fue ver cómo, más allá de las diferencias culturales, todos compartimos las mismas cargas: la infelicidad, el hastío, la pobreza, la frustración.
La soledad en este libro no es solo un tema: es un personaje. Está en la tapa, en cada viñeta, en cada silencio.

El final es demoledor. Un solo globo de texto que condensa todo lo que el protagonista aprendió —o no— de forma violenta y desesperanzadora.
Me sacó una sonrisa. Pero no una cualquiera.
Una de esas que se abren como una herida fina y punzante, como cuando te cortás con una hoja de papel en la yema del dedo.
El corte es pequeño, casi invisible… pero duele. Hasta el aire parece saborear la sangre que empieza a brotar.


El adulto soñador

Este libro es una oda al adulto soñador.
A ese que quiere una vida tranquila, sin llamar la atención, sin exigirse demasiado. No por flojo, sino porque no encaja.
Los días pasan. Las cosas no cambian. Ni falta que hace.

Pero ese deseo de calma se convierte en una bomba de tiempo. La frustración se acumula y estalla, gritando en silencio contra toda esperanza de utopía.
Yo a eso le llamo: la utopía del fracasado.


Humor, dibujo y sensibilidad

El humor en este manga es sutil y escaso, pero funciona.
Me reí mucho con el capítulo de la excursión al restoran de fideos.
El contraste entre los rostros simples de los personajes y los fondos detallados es muy efectivo, sobre todo en escenas al aire libre o cuando algún objeto o edificio cobra protagonismo.


¿Dónde lo consigo?

Si te interesó, buscá el libro. Está disponible online. Podés descargarlo haciendo clic en la imagen que está más arriba en esta entrada (si la estás viendo desde mi blog).


Algunas imágenes del interior del manga:



Reseña escrita durante la luna de sangre del 26/05/2021

Apreciación luego de escribir esta reseña, puede ser spoiler. Así que si no lo leíste aún, te recomiendo que bajes el libro en el link de la imágen de arriba y después de terminarlo, vuelvas.


El arte de las piedras es el mismo punto de vista que tiene Sukezo sobre la vida en general.
Observar algo que no tenga cambio alguno, pero que cada vez que lo mire tenga belleza propia, inamovible y perfecta dependiendo de la variación de color, textura o superficie de la misma.
Para Sukezo la vida debe ser una piedra Suiseki, bella, pacífica e inamovible, eternamente silenciosa y que pocos la puedan apreciar.

OBRAS DE TSUGE:

1954, Hannin wa dare da!! (犯人は誰だ!!)
1965, Uwasa no Bushi (噂の武士)
1966, Chiko (チーコ)
1966, Hatsutake gari (初茸がり)
1966, Numa (沼)
1967, Akai Hana (紅い花)
1967, Lee-san Ikka (李さん一家)
1967, Nejishiki (ねじ式)
1968, Gensen-kan Shujin (ゲンセンカン主人)
1973, Realism no Yado (リアリズムの宿)
1974, Yoshio no Seishun (義男の青春)
1979, Hissatsu surumegatame (必殺するめ固め)
1985, El hombre sin talento.
1987, Betsuri (別離)

martes, 25 de mayo de 2021

Corré, Wachín - Nahuel Sagárnaga

 


Aviso para el lector: Vivimos en tiempos fugaces y no es mi intención aburrir a los pocos que visiten este sitio, así que podés saltarte todo el primer pedazo de este texto hasta donde hay un salto de párrafo para ignorar toda la gilada que me llevó a obtener el librito y así leer solamente la reseña. 
Ahí va:
LocoRabia es una de las editoriales que más me gustan, así como Rabdomantes, en lo que trata de ediciones de autores Unders.
Me da la sensación de que todo lo que tienen ambas editoriales, en este caso LocoRabia, son prometedoras y satisfactorias. Para mi se convirtieron en La Vieja Confiable.
"¿No sabés qué leer? LocoRabia tiene la solución" es el slogan que me inventé en la cabeza.
Meses atrás comencé en un trabajo nuevo, estaba bastante nervioso por comenzar en un nuevo ambiente laboral. En los momentos de descanso, tanto para desayunar como para almorzar y no tener nada de qué hablar con nadie, me ponía a mirar publicaciones de libros, comics y mangas de editoriales que sigo. Y así llegué a las publicaciones Preventa de este compilado de todas las tiras cómicas publicadas hasta hace un tiempo en redes sociales del WachinDog.

Reseña:
Por curiosidad y por querer obtener más títulos nacionales, me compré este ejemplar de Corré Wachin en Milenario Cómics ya que, le había tomado simpatía al personaje que me acompañaba en esos mediodías solitarios en mi laburo.
Corré Wachìn podría considerarse como una historieta del tipo comedia apta para todo público, donde los protagonistas son Wachín, un perro salchicha que fácilmente podría ser el vocero de cualquier perrito de departamento, curioso, hinchapelotas y mimado en sus momentos más delirantes y a su dueño, chabón treintañero que se desvive por él y que aguanta cada cosa que a Wachin se le ocurre y viceversa.
Situados en la ciudad, las aventuras de ambos se desarrollan en escenarios de la vida diaria, con gente que podrías cruzarte en cualquier lado. Desde el típico perro del vecino que odia al tuyo, hasta la vieja chota que te critica todo lo que haces (si lleva bozal, si está suelto, si lo alzas, si lo dejas en el piso, etc.). 
El cariño que puede generar un personaje como este puede variar dependiendo del trazo de cada dibujante. Nahuel logra con muchísima elegancia y gracia su cometido al tener un impacto visual perfecto en cada expresión exagerada de Wachin y su dueño (o padre si te gusta más). 
Corré, Wachìn debería estar en cada hogar de nuestro país. Creo que le haría bien a más de uno tener a mano un tomo como este para avituallar estos días de tanta indiferencia social y de lejanía con lo que desprende amor y cariño. 
Para comparar nomás, porque el aire es gratis, este librito me trajo a la memoria aquellas mañanas en los que me quedaba en la biblioteca de la escuela cuando iba a la primaria y me leía a Mafalda en la hora del recreo. 
Nahuel logra construir en cada viñeta un mundo donde reina la alegría y el cariño. 
Los delirios de Wachín te sacan hasta del malhumor más podrido y arraigado. 
Si tenés algún conocido que no esté familiarizado con las tiras cómicas o si simplemente querés regalar un buen momento a alguien, te recomiendo que compres el libro (500 mangos vale nomá) o sigas a WachinDog en sus redes sociales y leas de forma gratuita las aventuras de este perrito que ya forma parte de mi biblioteca.
Luego la opinión a nivel técnico también es de resaltar:
El formato del cómic fue lo que me impulsó a comprarlo, ya que me recordó muchísimo a las tiras cómicas apaisadas que tenía de Ediciones La Flor de Mafalda cuando era chico.
La calidad del papel y el gramaje nos aseguran una buena estancia y de vida útil en nuestro hogar. 
El dibujo es caricaturesco por momentos, por otros es realista y melancólico, en algunas viñetas se vuelve un Shonen Furry (?) y sobre todo, te dejan con ganas de que salga un número más, lo cual espero con muchas ansias.

LINKS DIRECTOS:


LEE CORRÉ, WACHIN!

AYUDÁ A WACHINDOG Y A NAHUEL!





martes, 4 de mayo de 2021

Fragilidad - Alejandro Farias - Editores: LocoRabia (Colección Renglones)

 


Semanas antes de comprarlo, lo veía desfilar por posteos y publicaciones en redes sociales de instagram o Facebook. La tapa me llamaba mucho la atención. Me recordaba mucho a la portada de Persépolis de Satrapi. Creía que era un libro de comics, como un compendio de tiras cómicas con un tono más adulto y menos divertido, sino más bien de una ambientación seria y triste.

Tenía el vago impulso de darle una hojeada cuando la vea en la comiquería amiga en la que siempre compro todo lo que leo, (Milenario Comics). Y me olvidé, pasaron algunos días más desde ese día que me planteé el hecho de que seguramente lo compraría. Y así fue. Lo vi, ni lo hojeé, lo compré directamente.

Llegué a casa molido por el día laboral, pero contento porque tenía mi botín de cómics y mangas para leer antes de irme a dormir. Dejé de lado los mangas y agarré directamente este libro, y caí en cuenta de con que no es un libro de tiras cómicas, que si bien tiene una historia hecha cómic, ésta solo formaba parte del libro como un ítem más en la propuesta, una forma distinta de darle espacio al lector para visualizar un poco y a grandes rasgos el carácter total de la obra.

Me perdí en las páginas, y me encontré a mí mismo a la vez sumergido en un montón de situaciones que me resultaron tan parecidas a cosas que había vivido, que me daba la sensación de que por fin no estaba solo en el mundo y que cosas que me habían pasado las había vivido alguien más, o que al menos pudo imaginarlas con detalles tan realistas que entrás en la duda de que si son o no son autobiográficas del autor.

Cada cuento tiene entre 10 y 15 páginas más o menos, incluyendo el cómic, que tampoco tiene título. 

Todo en Fragilidad pareciera haber sido pensado para que ese universo convergiera perfectamente.

Cada situación te pone lugares distintos pero a la vez tan parecidos. Cuento a cuento te metes en la piel de una persona de distinta clase social, sexo y forma de ser. Cada personaje que respira dentro del cuento tiene su propia alma, su propio ritmo de seguir las cosas, de expresarlas con tanto pesimismo, alegría, o lo que le surge en el momento que llega a emocionarte hasta las lágrimas.

Las atmósferas de cada cuento pueden llevarte desde la más pura melancolía, hasta la más miserable tristeza. No quisiera revelar ninguna situación, ni recomendar puntualmente ninguno de los cuentos ya que, creo que le sacaría esa cuota de expectativa que se tiene al encontrarse con una obra desconocida. 

Sólo me resta decir que es, dentro de los nuevos libros de literatura, el que más me ha llegado a pegar en el pecho, dejándome totalmente sin palabras y lleno de sensaciones. Es de esos libros que te pegan bien fuerte en el alma, siempre y cuando te identifiques o al menos logres empatizar con sus personajes.

 

Calificación:  97/100


Podes comprar este libro en la misma comiquería que yo: Milenario Comics

O a su editorial: LocoRabia